Esta villa está diseñada con un estilo arquitectónico contemporáneo, con líneas finas y limpias y grandes ventanales. Los 547 metros cuadrados construidos se distribuyen en dos plantas y un sótano, donde destacan los acabados en materiales nobles, las luminosas estancias y los grandes ventanales que conectan el interior y el exterior para crear un único espacio fluido que fusiona la casa con el entorno.

Con una piscina en la parte superior, se puede disfrutar de un relajante baño con vistas al Mediterráneo. Construida en hormigón y con un acabado exterior blanco y liso, combinamos la modernidad con la eficiencia energética y el confort acústico en el interior. Sin duda, una casa respetuosa con el medio ambiente que ha utilizado un 50% menos de agua en su ejecución y ha generado un 60% menos de residuos.

Para mantener la conexión entre la casa y el entorno, cada villa cuenta con un gran jardín de 2.000 m2 con vistas al mar Mediterráneo, que consigue mantener un continuo que comienza en el interior de la casa y se extiende hasta el horizonte.